1. Riesgo predeterminado - El riesgo predeterminado es el riesgo de que el emisor se arruine y no pueda pagar sus obligaciones de interés y principio. Para ayudar a medir este riesgo, un inversor puede ver las tasas de incumplimiento. Una tasa de incumplimiento es el porcentaje de una población de bonos que se espera impagos. Otra razón que un inversionista puede observar es la tasa de recuperación. Esta tasa indica cuánto y el inversionista puede esperar recuperar si ocurre un incumplimiento.
2. Riesgo de propagación de crédito: Este segundo tipo de riesgo de crédito trata de cómo reaccionará la propagación de un problema sobre la curva de tesorería. Por ejemplo, los bonos de cinco años de Ford pueden negociarse a 50 puntos básicos por encima de la actual tesorería de cinco años. Si el bono a cinco años se cotiza a 3. 5%, entonces los bonos Ford se cotizan a un rendimiento del 4%. Si este diferencial de 50 puntos básicos se amplía en comparación con otras emisiones de bonos, significaría que los bonos de Ford no funcionan tan bien como los otros bonos en el mercado. Los diferenciales tienden a ampliarse en economías de bajo rendimiento.
3. Riesgo de bajada de calificación - El tercer tipo de riesgo de crédito se relaciona con las agencias de calificación. Estas agencias, como Moody's, S & P y Fitch, otorgan a un emisor una calificación o calificación que indica la posibilidad de incumplimiento. En el lado más seguro, las calificaciones van desde AAA, que es la mejor clasificación hasta AA, A, BBB. Estas son las calificaciones de los bonos de grado de inversión. Una vez que los bonos caen en los rangos BB, B, CCC se convierten en bonos basura o, en un lenguaje políticamente correcto, valores de alto rendimiento. Si una de estas agencias de calificación rebaja la calificación de una compañía, puede ser más difícil para la corporación pagarla. Esto normalmente hará que su valor de marcador disminuya. De eso se trata este riesgo.